Life is Strange es un título único, que logró hacerse un hueco entre los gigantes de la industria con su aventura interactiva, un apartado artístico muy personal, y unos personajes que sienten y padecen de una forma pocas veces vista en un videojuego. Ahora que está en camino su segunda parte, he decidido pasarme la precuela "Before the Storm", desarrollada en esta ocasión por Deck Nine, y protagonizada por Chloe Price y la enigmática Rachel Amber.
UNA PRECUELA CON LA MISMA ESENCIA
A la espera de saber como será la segunda parte, sigo pensando que el título original, protagonizado por Chloe y Max, es por ahora el más potente si lo comparamos con su precuela. Pero dicho esto, Before The Storm es un juego que no decepciona, y que da a los fans del primero una nueva dosis de sensaciones a los mandos. No esperaba menos.
El drama, los momentos de tensión, las elecciones, la estética, e incluso algún que otro momento simpático, estarán presentes para recordarnos que este es un Life is Strange, solo que concentrado en un frasco más pequeño.
Los diálogos también están a la altura (como no), y cuentan con la misma profundidad a la hora de abarcar diferentes situaciones. En este caso, y a diferencia del primer Life is Strange, sus desarrolladores no podían incluir ningún tipo de elemento fantástico, como ya sucediera con el poder de Max. Tampoco es que lo haya echado de menos, pero a cambio, el juego cuenta con algún que otro "mini puzle", y en algunos diálogos, estará presente (si elegimos tirar por ahí) una línea cargada de "insolencias" con las que responder y persuadir a algunos personajes. Recuerdo que, como siempre, el juego lo deja a nuestra elección, y si queremos ir muy de frente, podremos iniciar esos retos de insolencias en los que, primero deberemos escuchar a la otra persona, y seguidamente, elegir la respuesta que mejor nos parezca.
Sobra decir, que se puede interactuar con muchos de los elementos que rodean a Chloe, algo que es vital dominar a la hora de enfrentar algunas partes de la historia, pudiendo de esta manera complicarnos o facilitarnos las cosas.
HISTORIA Y DURACIÓN
A diferencia del juego original, esta precuela cuenta solo con tres episodios, a los que hay que sumarles uno adicional, llamado "Adiós", en el que volveremos a encontrarnos con Max Caulfield. La trama del título original, consta de cinco episodios, y el motivo por el que su precuela se conforma solo con tres (sin contar el adicional), es sencillamente porque sus creadores así lo estimaron oportuno, creyendo que con estos era más que suficiente. De todas formas, no se si se debe al tiempo que ya ha pasado desde que jugué al original, pero estos episodios me han dado la sensación de contar con una mayor duración que los del primer Life is Strange.
Los que hayan jugado al original, recordarán que el misterio de Rachel Amber quedaba finalmente cerrado, por lo que en esta trama, se nos presentará a Chloe Price y a la propia Rachel, como dos adolescentes que acaban de conocerse, y cómo esa relación las conduce a vivir nuevas y peligrosas experiencias. Están presentes muchos de los personajes del primer juego, y por supuesto, algunos de los emplazamientos más memorables, como son el vertedero o la mismísima casa de Chloe.
Before The Storm está lleno de referencias, guiños y curiosidades, que seguro disfrutarán los que hayan jugado antes a la aventura protagonizada por Max, pero una de las cosas que más me gusta, además de la trama principal, es ver como era la situación de otros personajes antes de la original. La madre de Chloe, Frank, o David entre otros, están pasando por una etapa diferente a lo largo de estos tres episodios, y aunque no de la misma forma que Chloe, también se dejan ver algunos momentos importantes de estos personajes, incluso teniendo cierta relevancia con respecto a la trama del título original.
TOCANDO TEMAS DELICADOS
Desde su primera entrega, hemos visto diversas escenas en las que se tratan diferentes temas relacionados con la vida adolescente, y tocando algunos puntos sensibles, que pocas veces se han visto tan bien representados en un videojuego, a lo que hay que sumar el realismo de sus personajes. Si algo tiene Life is Strange es eso, que logra que cada persona que lo juegue, se crea de verdad a sus protagonistas, haciéndonos incluso empatizar o encariñarnos con ellos.
He perdido el número de referencias que hay con respecto al mundo de las drogas, algo muy presente (nos guste o no) durante la época adolescente, pero en Before the Storm, podría decirse que se ha dado un pasito más allá, y aunque no quiero hacer ningún spoiler, solo diré que la trama, cuenta con este elemento como base para su historia, y de hecho, por si en algún momento no lo tenemos claro, nos lo llega a poner en nuestras narices. De hecho, uno de mis momentos favoritos y más tristes al mismo tiempo, tiene que ver con este tema.
El bullying, aunque con una presencia mucho menor, también tiene su hueco en esta precuela. Y teniendo en cuenta que el padre de Chloe (William Price) falleció en 2008, y la historia se desarrolla en 2010, la pérdida es algo que está presente de principio a fin, teniendo así que "lidiar" incluso con la muerte. Al final, Life is Strange, tanto en su precuela como en la historia original, no hace más que retratar la adolescencia desde su lado más oscuro, abarcando el acoso escolar, el suicidio, la adicción a las drogas, la falsa popularidad, las armas o el dinero como método persuasivo... En definitiva, es ya una saga consolidada que arriesga, y que le sienta muy pero que muy bien, habiéndose convertido en uno de los títulos imprescindibles si te gustan las aventuras realistas, cargadas de elecciones, y con personajes inolvidables que lleguen a tocarnos la fibra sensible.
Ahora solo resta esperar a la temporada completa del nuevo Life is Strange 2, que volverá a manos de Dontnod, contándonos una historia aparentemente diferente, con nuevos personajes y devolviéndole a la saga ese toque fantástico que ya tenía el primero. Y por supuesto, se ha confirmado que los hechos se desarrollarán en el mismo universo donde vivían Chloe y Max, por lo que podríamos llevarnos alguna que otra sorpresa (ojalá que así sea).