The Legend of Zelda Breath of the Wild

Hay títulos que están llamados a marcar un antes y un después, no solo en su género, si no en la propia industria del videojuego. Este es el caso de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que además de convertirse en el mejor juego del año de su lanzamiento, ha sido probablemente, el primero en llevar al límite las posibilidades de Nintendo Switch. El mapa, los personajes, su historia, todo cuenta con unas proporciones épicas y nunca antes vistas en un Zelda.

Seguramente, muchos de vosotros ya habréis leído u oído antes muchas de las cosas que voy a reflejar aquí, pero igualmente, creo que es obligatorio, después de las horas que ya le he dedicado, dejar al menos un artículo con las impresiones del título, este videojuego lo merece.

UN MAPA ENORME CON EL QUE INTERACTUAR

Este juego es, en líneas generales, tan grande en todos los sentidos, que no sabía por donde empezar. Finalmente, me he decantado por uno de sus protagonistas; el propio escenario. Es el más extenso que se ha podido ver en un Zelda, y provoca esa sensación de que todo cuanto nos rodea está vivo.

Lo que más me ha llamado la atención, es lo mucho que se puede interactuar con este entorno, y la importancia de hacerlo si queremos seguir con vida, o incluso evolucionar de alguna forma a nuestro Link en varios aspectos. Algunos ejemplos, son los diferentes seres que habitan Hyrule (dejando a un lado a los enemigos), los cuales podremos cazar o incluso cogerlos sin más, para aprovecharnos de sus propiedades a la hora de curarnos o de fabricar elixires para potenciar nuestras habilidades. 

Todo suma y tiene sentido, por eso, si podéis coger manzanas, cazar un jabalí, o guardar algunas de las piezas que dejan los enemigos derrotados (cuernos, colmillos, etc), hacedlo, porque a través del menú del inventario, es posible seleccionarlos y mezclarlos, para cocinar en algunas de las hogueras que incluyen una especie de cazuela, y que se encuentran repartidas por las aldeas y asentamientos de todo Hyrule. Al hacerlo, y dependiendo de las muchas recetas que utilicemos, será posible crear elixires para aumentar la resistencia, soportar el frío, o conseguir unos corazones extra entre otras cosas. Sí conviene aclarar que los elixires tienen un efecto temporal, que va a depender de la cantidad de ingredientes que utilicemos en la receta.

No os preocupéis por la falta de comida, de armas, o por esa resistencia o salud tan limitada al comienzo del juego. Este título es más que generoso en este sentido, y cuando llevéis unas horas, habréis conseguido materiales, armas y suministros de sobra para afrontar la aventura, además de que no son tan difíciles de conseguir.

EL TAMAÑO IMPORTA

Como señalaba anteriormente, este mapa de Hyrule es realmente grande, y lo digo en todos los sentidos. Me explico; normalmente, cuando se habla de un escenario en los videojuegos, tendemos a hacerlo pensando en un plano horizontal del mismo, teniendo siempre en cuenta la distancia que puede llegar a cubrir. Pero en Breath of the Wild, no solo se trata de andar kilómetros y kilómetros hacia adelante, también os daréis cuenta en cuanto lo juguéis, de que vais a sudar la gota gorda para escalar sus montañas, que otorgan la posibilidad de descubrir el escenario en un plano, también vertical. Es algo que no estamos acostumbrados a ver tan a menudo en los videojuegos, y que conviene resaltar como una de las muchas virtudes con las que cuenta este Zelda.

El reto no consiste solo en escalar las montañas, si no en cómo hacerlo, ya que Link tiene una resistencia limitada, y se va cansando a medida que subimos por estas paredes rocosas. También es importante interpretar la zona que tengamos delante, pues siempre habrá una forma de llegar, y en muchos casos, es mejor evitar la escalada y buscar un camino que ayude a conquistar la cima, aunque esto suponga un tiempo extra para alcanzar nuestro objetivo. Unas veces será obligatorio, ya que el terreno no será siempre plano y fácil de atravesar, y otras, solo tendremos que hacerlo si queremos investigar y descubrir zonas ocultas (lo recomiendo), que pueden venir bien para pasar ciertas pruebas en ciertos santuarios. Incluso, dependiendo del tipo de zona y de las condiciones climáticas, pueden encontrarse recursos muy diversos, que nos vendrán bien para afrontar situaciones futuras.

Por supuesto hay mucha variedad, y no todo es verde, ni está lleno de árboles frutales y flores. En las zonas más altas, como es lógico por otra parte, Link deberá protegerse del frío, ya que el indicador de temperatura bajará considerablemente, viéndose envuelto por una nevada considerable. Y, aunque aún no he llegado a descubrirlas, se que hay zonas donde las temperaturas serán realmente abrasadoras, de ahí que existan recetas para elixires contra el calor. Las temperaturas extremas hacen que Link pierda salud, y aunque puede recuperarse con cualquier alimento, es recomendable utilizar siempre elixires de gran duración para combatirlo.

Y no quisiera olvidarme de la importancia que tienen todas las torres que hay repartidas a lo largo de Hyrule. Entre otras funciones, la piedra Sheikah puede mostrarnos el mapa completo del juego, pero para ello, será necesario descubrir cada una de estas torres, que servirán para "actualizar" la piedra, y de esa forma, ir destapando las regiones en las que nos encontramos. Otra función de las torres, es que actúan a modo mirador, y pueden observarse muchos puntos de interés desde su imponente altura.

EL VERDADERO PROTAGONISTA

Con este plantel, parece que el propio Link pase desapercibido, pero ni mucho menos. Me encanta lo bien que se maneja el personaje, sus mecánicas, el sistema de combate, creo que todo está muy bien resuelto.

La actitud de nuestro protagonista se ve afectada según lo que hagamos, y todo ello lo hace más humano y realista. Cuando escalamos, y el indicador de resistencia se queda vacío, Link termina soltándose, con el peligro de caer al vacío, o si por el contrario, estamos nadando por un río con mucha corriente, esta nos impedirá avanzar con normalidad, gastando mucha más resistencia, y con el riesgo de que nuestro prota acabe ahogándose. De todas formas, basta con pegar un sprint y gastar toda la resistencia corriendo, para ver como Link se resiente de su sobre esfuerzo. 

Por supuesto, las habilidades pueden mejorarse, ya sean resistencia o salud. Para ello, es necesario superar las pruebas de los santuarios, los cuales estarán ocultos (unos más que otros) por todo Hyrule. No es para nada lioso, y a medida que he ido avanzando, el juego me lo ha explicado todo con detalle, por lo que al final es algo bastante sencillo de entender. 

El sistema de combate es muy fácil de dominar, y a pesar de que al principio no estaba acostumbrado a los controles (por aquello de que vengo de Playstation 4), después de dedicarle unas cuantas horas, empecé a pasármelo francamente bien, sin pasar demasiados apuros con los enemigos que me iba encontrando. Quiero dejar claro que no he utilizado un tipo de mando diferente, si no los joy-con que traía de serie la consola, manteniéndolos acoplados al adaptador para usarlos como un mando convencional.

Como sucede con el resto de los recursos, no es muy complicado encontrar armas para defendernos de cualquier peligro, de hecho, el inventario del armamento tardará poco en quedarse pequeño. La variedad de escudos, espadas, arcos, y en definitiva, armas de cuerpo a cuerpo, es apabullante, por lo que una vez que estas se rompan por el uso, volveremos a encontrar más. Se pueden utilizar, desde las más típicas espadas y arcos, estos últimos con diferentes tipos de flechas, hasta boomerangs o antorchas, entre otras armas.

La personalización de Link tiene que ver con algo más que lo puramente estético. En las aldeas que hay repartidas por el mapa, podremos comprar, además de todo tipo de suministros, diferentes prendas o armaduras que nos faciliten nuestro viaje por Hyrule. Cada una de ellas podrá mejorarse y otorgarán a Link un plus en alguna de sus habilidades, dependiendo de lo que compremos. Fijaos si cobra un gran importancia el llevar una vestimenta u otra, que si nos encontramos en mitad de una tormenta, los rayos pueden llegar a alcanzarnos si llevamos una armadura metálica o incluso armas de acero encima.

En cuanto al enemigo común de Link y Zelda, Ganon, no puedo contar gran cosa, aún estoy en mitad de la partida y no he conseguido averiguar mucho más sobre el, tan solo lo que algunos personajes me adelantaban en momentos puntuales. Es una mera base que nos proporciona el juego para tener un objetivo claro y un "por qué". Algo curioso es, que si lo deseamos, podemos ir directamente a por Ganon, y tratar de acabar con el. Un suicidio en toda regla si, pero dice mucho de la libertad que da el juego para movernos como queramos por el escenario.

La piedra Sheikah, es parte fundamental en nuestra aventura, y actúa como una extensión del propio Link. A través de ella, podemos consultar el mapa, fotografiar el entorno (cuando dicha función esté disponible), marcar zonas de interés, y durante las primeras horas, se podrán implementar otras funciones que pueden servir incluso para defendernos. Para no fastidiar la experiencia, prefiero que averigüéis vosotros mismos qué son y cómo conseguir esas mejoras.

ENEMIGOS Y FAUNA

Hyrule está llena de peligros, la variedad de enemigos que habitan estas tierras es sorprendente, no solo por cantidad, si no por lo diferentes que son unos de otros. No es solo una cuestión de diseño, es que realmente tienen una forma de actuar muy diferente, y eso, teniendo en cuenta los muchos seres que hay, tiene su mérito.

Desde los temibles Guardianes o los enormes Moblin, hasta los adorables Chuchus o los conocidos Bokoblins. Estos son algunos de los enemigos a los que toca enfrentarse al comienzo de la aventura. También pueden variar según la zona, por ejemplo, si estamos en el pico de una montaña nevada, pueden aparecer una especie de murciélagos, llamados Keese, que cambian su aspecto debido a las temperaturas de la zona, y aparecen de color blanco. Otros directamente nos atacan en su versión esquelética, sobre todo de noche, como sucede con los propios Bokoblins.

Por otro lado, la lista de animales que podemos cazar o coger directamente, es muy extensa, contando desde jabalíes, caballos, osos, cabras, vacas, peces, ranas, hasta varios tipos de aves, insectos, como son las abejas o los escarabajos, pasando por luciérnagas o incluso hadas. Todo tiene un uso, ya sea culinario o para añadirse a otras recetas y crear elixires.

CONCLUSIÓN

En definitiva, me lo estoy pasando como un niño con este juego, que llevaba ya demasiado tiempo en mi lista de espera. Hacía mucho que no disfrutaba y me asombraba tanto con un videojuego. Las posibilidades parecen infinitas por momentos, y resulta increíble lo mucho que se aprovecha este título de las prestaciones de Nintendo Switch. Aún no lo he completado, y ni mucho menos lo haré a corto plazo, pero ya os digo que esto es lo que yo llamaría una compra segura, un juego de 10.

ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO